De esas veces que de repente se te viene a la mente algo que se te había olvidado.
-Se te paso la fecha límite para pagar internet.
-Tenías que entrar al trabajo dos horas antes para un inútil
curso.
-Se te paso la fecha de reinscripción al semestre.
Ese tipo de mamadillas que para cuando te das cuenta te
van a acarrear algún detallito como regaños, intereses, filas kilométricas, o
simplemente tristezas.
Hoy me paso cuando te recordé a ti; querido blog.
Después de casi seis años de vida, me olvide de ti por un
tiempo exacto de 60 días, por lo que pasó exactamente un mes completito sin que
tuvieras una entrada. Desde tu nacimiento no había un solo mes en el que no
tuvieras por lo menos una entrada. Era fácil predecirlo ya que desde que comenzó
el año solo había escrito una vez por mes, convirtiéndose este 2013 en mi año
menos “productivo”. Pero ahora que regreso y veo lo último que escribí aquí me
doy cuenta que estas muriendo por mi culpa. Como no puedes estar tan enfermo si
te lleno de mierda.
Lo que vendría aquí sería prometerte regresar más seguido,
escribir mejor, sin memos faltas de ortografía o redacción, ponerte más fotitos
o llenarte de más pendejaditas. Para que te miento blog, poco a poco te estoy
abandonando y sé que muchas veces amenace con cerrarte, tal vez este sea el
mejor momento pero hay algo que me impide dejarte, creo que lo mejor es que nos
demos un tiempo. No eres tu soy yo.