31.8.11

NOTICIAS GRATINADAS Por: Mi Mente Culera.

Le contaba hace poco a mi Lady que me estoy quedando sin amigos.

Siempre he tenido poquitos pero de calidad. A últimas fechas el problema se agravó al grado de casi perder toda mi colección de amistades, algo debo estar haciendo mal, el único problema es que ninguno tiene los huevitos de decirme que pinche problema tienen conmigo, si siempre les brindo amistad de primer nivel.

Un aviso para todos ustedes. En especial son cuatro, dos hombres y dos mujeres, ustedes saben quiénes son. No me la cromen por favor, si creen que les voy a andar buscando los rostros y a base de llaves de lucha grecorromana les voy a sacar los pedos que tengan conmigo, no es así chatos. No anden soñando pendejaditas.

Y si me quieren perder es muy su pinche y apestoso pedo, que yo en un santiamén (oí esa mamada) me compro nuevos y mejores amigos, que me idolatren día y noche, me construyan altares y oren al niño dios por mi salud. Si me buscan por masas pero yo siempre los ando despreciando por darles prioridad a ustedes. Hojaldras.

Así o mas ardilla.

P.D. Creo que también estoy a punto de perder a mi enamorada. El mundo me odia.

26.8.11

BITACORA DE UN SER VIVO PESIMISTA. Agosto 2011

El detonante de todo fue el ojitos teporochos que me regaló dos semillas de árbol.

Las instrucciones eran de lo más sencillo, cortar un envase, poner tierra húmeda, encima algodón mojado y sobre estos las semillas, cerrar envase, ponerlo al sol y esperar un mes.

No es que yo esperara que creciera un pinche tronquísimo como si hubiera yo plantado las habichuelas mágicas, pero no creció ni una hojita, vaya ni siquiera un pinche raicita. A pasado más de un mes y al parecer es más que innegable que las semillas perecieron.


Mi plan nunca fue tener una planta que se convirtiera en arbolito y llevarlo a plantar al bosque, contribuir con mi grano de arena a la ecología y salvar este mundo ojete. Nel. Yo lo que quiero es un bonsái, sí, soy un pinche egoísta.

Como ya vi que no se me da eso de plantar semillitas y esperar a que crezcan y se desarrollen mis queridos retoños vegetales he decidido comprar un bonsái hecho y derecho, trasquilarlo a mi gusto y ser feliz con él.

Ya me chute varios libros sobre su historia, cuidados, mantenimiento y reproducción, trasplante de maceta, tuzada periódica y demás mimos que requieren.

Ahora solo falta escoger a mi verde chamacón. Pronto, muy pronto.

25.8.11

DEL TIEMPO DE LOS PITUFOS

Tengo una vecina como de 6 años que debe meter en serios problemas a sus padres con sus ocurrencias, su poco tacto y su incapacidad de contener sus comentarios.

Un día se subieron al elevador ella y su madre y le dijo a esta; Mira mami, él es el Chico Búho. Lo que me hizo pensar en donde debo invertir primeramente mis ahorros: en corrector para las ojeras, en una operación estética para transformar mi nariz aguileña o en rasurarme todas mis plumitas. Ante el comentario su madre pues no sabía ni donde esconderse.

Hace unos días de plano no se midió. Desde que se subieron al elevador su madre comenzó a rezar en silencio al niño dios para que a la niña no se le ocurriera nada.

Pero sus rezos valieron poco.

Niña: Mami, el es del tiempo de los Pitufos?

Mamá de Niña: Plop!

Efectivamente niñita, soy del tiempo de los pitufos, no tienes que recordarme lo viejo que soy, estoy seguro que para ti son novedad y bien bonitos, por computadora y la pirujina y visitando Nueva York y la reata voladora. Si, son del año del caldo. Y si los vimos. Y no eran la mamadita que te están vendiendo ahora los gabachos. Los pitufos como caricatura tenían un claro mensaje comunista que nuestra generación absorbió de forma incorrecta. En unos años tal vez lo entiendas. No nos amargues la existencia por favor.

Y además tenía mi playera de Papa Pitufo.

P.D. Y además tomaba frutsis, desafortunadamente en mis tiempos no los hacían cuadraditos ni armables que si no, ya estaría yo graduado y con maestrías de arquitectura posmoderna.


22.8.11

HURTANDO LA BASURA AJENA

Lo reconozco, jamás lo negaré.

Sufro de un grave trastorno psicológico que me hace ver atractiva la basura de mis vecinos y ahora también la de los vecinos ajenos.

Apenas hace algunas horas en este sitio:

Se encontraba un lindo trozo de palmera, cortado en rodaja precisa.


-Por que se encontraba ahí?

-Quien lo abandonó?

-A quien le dejó de importar su bienestar físico?

-En qué momento pensaron que dejarlo en la intemperie era seguro?



Y yo por supuesto pensé: Yo quiero ese tronquito.


Ahora viene lo rudo del asunto.

Regularmente cuando me llevo la basura de mis vecinos a mi casa no siento culpas, pues es basura no? Se supone que no lo querían, si lo tiraron fue porque ya no requerían de ese algo no? Y si estas curiosas actividades las hago regularmente de noche es simplemente porque me da pena que mis vecinos sepan de mis actividades más perturbadoras. Aun no estoy listo para que el mundo conozca al monstruo que soy. (Pero pronto lo estaré)

Con mi nueva adquisición la cosa fue distinta. Mi chica alegaba que el tronquito no era basura, que el tronquito era de los vecinos de la casa con reja verdeagua y que simplemente lo habían dejado afuera para dejarlo secar ya que adentro no le daba el sol o tal vez estaba apoyado en ese pedazo de árbol muerto a modo del banco de la abuela y que el llevármelo significaba realmente un robo, motivo por el cual se pospuso su traslado del primer día en que lo vi y lo deseé hasta el quinto día en el que me lo llevé, pasando por supuesto por varias visitas, una para sopesarlo solamente, otra para verificar que siguiera ahí, una más; nocturna, para constatar que no le metieran en la noche.

Hasta el día D, en el que pasada la medianoche y al canto de los búhos estacioné mi auto frente de él, abrí la puerta lateral trasera, salí del auto, me dirigí a él lo cargué y lo deposité en el asiento trasero del webmaster. Y salí huyendo de ahí, sintiéndome un barato ladrón. Y sintiendo que me perseguía la reata voladora. El que mi nena no me acompañara en la travesía argumentando miedos del tipo; vecinos linchadores y hartos de la inseguridá, visitas conyugales a prisión y torturas medievales relacionadas con los ojos y los pieses, pues como que me daba medio mello.

Pero pudo más el deseo de tener al tronquito, tan chulo él, aunque debo de reconocer que a la mera hora las cosas me querían salir medio mal, primero no sé si fueron los nervios pero en la visita de sopeso lo sentí ligerito, en balance con su tamaño claro, a la mera hora de cargarlo sentí que pesaba un yunque y que se me caería a los pies, rompiéndolos por supuesto y frustrando toda la misión. Torpemente lo subí al webmaster y no me puse el cinturón de seguridad ni prendí las luces, por lo que a punto estuve de topar con una patrulla que seguramente al inspeccionarme y echar la luz de la lámpara al asiento trasero y ver al secuestrado tronquito, entendería mi crimen y de ahí pal torito. Pero pos no fue así. Todo salió conforme lo planeado.


Ahora es mío y tengo grandes planes para él. Tal vez lo convierta en mesa ratona, en maceta para un bonsái o en tabla para picar carnitas.

Sin embargo y a pesar de mi felicidad de poseerlo pues no me deja de remorder la conciencia, no dejo de pensar en que tal vez el tronquito si tenía dueño, de que tal vez si lo querían, de que tal vez sus familiares están desconsolados y extrañándolo enormemente y eso me pone muy, pero que muy triste. Pero no tanto como para regresarlo. A menos que me lo pidan.

Si tú eras el dueño del tronquito y lo quieres de regreso, favor de ponerte en contacto conmigo, estoy dispuesto a regresarlo pagando su respectivo rescate por supuesto.



P.D. La práctica hace al maestro, esta misión ha modificado y perfeccionado varios puntos del plan maestro para mi gran hurto. Uno de mis grandes sueños. Hoy tronquito, mañana Calendario Azteca.