Aquel día de reyes cuando llegué al pie del árbol de navidad, a primera vista no entendí que era mi regalo, tal vez fue la obscuridad, no recuerdo cuantos años tenía pero recuerdo que todavía dormía en cuna, bajar de ella era toda una aventura de alpinismo, mi hermana y yo madrugábamos para abrir los regalos que nos habían traído los Reyes Magos, ya más de cerca lo vi todo con claridad era una moto eléctrica, no un carro como los que hacen ahora; una moto, obviamente con las llantas lo suficientemente gruesas para que no se volteara, no estaba en caja, no tenía moño ni ningún tipo de envoltura, simplemente estaba ahí estacionada frente al árbol, esperando que montara en ella, ignoro como supe de su funcionamiento pero me senté, observe un poco, vi un botón doble a mano derecha, supuse que era adelante y atrás, o tal vez no, vi un botón más pequeño a mano izquierda supuse que era el encendido y pos a probar, botón rojo; Piiiiiii!!!!!!! (el claxon) ok probemos botón doble derecho; Ruuuummmm, choque un poco contra el árbol de navidad y una esfera oscilante a escasos centímetros de mi, mostró el reflejo distorsionado de mi cara extasiada de alegría. Ok, reversa girando y en marcha hacia adelante, rumbo al cuarto de mis padres tocando el claxon para despertarlos y presumir mi gran regalo de Reyes Magos.
Es el recuerdo más viejo que tengo, no recuerdo nada de lo que haya pasado en mi vida antes de ese día, esa moto eléctrica la tuve hasta que dejó de funcionar, hasta que el color negro se volvió grisáceo, hasta que la podía cargar con las dos manos y me preguntaba qué tan pequeño podía estar para poder montar ese juguete, no tengo conciencia real de cuánto tiempo llevo deseando tener una motocicleta, tengo nociones de que siempre me han gustado, y no es por rebeldía, es simplemente un gusto, como de 8 años me encantaba una motito de tracción con un ninja de piloto, me sorprendía que siendo un juguete se pudiera equilibrar tan bien teniendo solo 2 llantas hasta que la tracción terminaba y el ninja caía de lado, cuando más grande mostré las primeras intenciones de tener una moto, mis padres cortaron mi sueño de tajo, mi papá siendo un adolescente había tenido un accidente en motocicleta con sus amigos al parecer uno quedó paralítico, otro murió y el otro según estaba bien a pesar del golpe pero ya más adulto se volvió loco, mi padre fue el único bien librado (al parecer) así que; no mijo eso solo es para gente rebelde, mi madre simplemente no le gustan que son muy peligrosas, que voy a correr como loco, y que me va a perseguir la reata voladora, no mijo, cómprate un cochecito, mejor.
No sé en qué momento dejó de importarme y me decidí, me puse a ahorrar como Scrooge con la única meta de comprar la moto de mis sueños, los ahorros los pellizqué varias veces, que en préstamos, que para vacacionar primero en Puerto Escondido, meses después Guadalajara (es que ese era otro sueño), que para esto y pa lo otro, hubo cosas que quise comprar y no lo hice, la niña del Oxxo es testigo que en una ocasión comí solamente 16 galletas emperador de nuez en todo el día, un solo testigo hay de que para conseguir el "permiso" de mi madre le tuve que comprar un comedor nuevo (que el día de la compra se incrementó un 40% el costo acordado), poca gente sabe el verdadero sacrificio que tuve que hacer para cumplir este sueño (sueño, no rebeldía) en algún momento pensé que nunca llegará a mi presupuesto.
Por fin llegó el día, debo confesarte que ese día me metí a Mercado Libre sin ningún tipo de esperanza en encontrarte, de hecho ya estaba tratando con otra deportiva, el negocio ya casi estaba hecho, y si no se hacía ya tenía varias otras en mira, fue simple curiosidad y cuando vi tu foto marque a tu dueño para saber de ti, según él; tenías toda tu documentación en regla, era muy bonito para ser cierto pero tenía que arriesgarme, me cité con tu dueño al día siguiente y yo con dinero ya en mano, listo para llevarte conmigo, ahora eres mía y no sabes lo feliz que me haces, me duele la cara de tanto sonreír, tengo una mueca constante que hasta parece que me inyecté botox, a ver si no quedo como Lin May, lo único cierto es que de verdad me siento tan bien de lograr este sueño, prometo tratarte bien y espero que sea recíproco. Mis padres tal vez nunca te van a querer, pero por eso no te preocupes, ellos no saben que siempre fuiste mi sueño, ellos piensan que esto es solo rebeldía, el tiempo los convencerá de que no es así.
Nadie lo sabe pero desde que comencé a ahorrar para comprar mi moto cada viernes rapo mi cabello con la del 1, juré que en cuanto la tuviera le dejaría crecer nuevamente, ya tengo mi moto, ahora viene la mata.
P.D. Por cierto mi moto es una Honda Rebel, Moooaa, aaaa, aaaaaaaaaaaaaa