Hasta el día de hoy me cayó el veinte de lo cerca que estuvimos de pasar a la Gran Final. La nostalgia de estar trabajando cuando debería estar pamboleando, Tchiaaaalessssss.
Al equipo que nos eliminó en cuartos de final le toco enfrentarse a un debilitado tintanes que no opuso resistencia; esto quiere decir que sin tanto futbol se metieron a la final.
Aquí es donde da coraje el puto esfuerzo convertido en nada, en ese partido en donde una jugada que pude haber peleado con mas huevos decidí ahorrarme la energía, en donde el pache regaló como treinta balones, donde callao tuvo el gol que nos ponía con dos goles en ventaja y al rival sobre la lona y la echo fuera, en donde magallanes divide al equipo con gritos desde antes de empezar el partido, en donde fresky (glorioso muchachon que en un tiempo llego a jugar en fuerzas inferiores de odiado equipo de primera división) no nos aporta lo que debería en nuestra enclenque delantera, en donde a chaparrito ya no le alcanzan las piernas para aportar ofensiva, en donde nadie quiere jugar en media cancha por la joda y agotamiento físico que representa el tener que cooperar en ofensiva y defensiva y en donde nuestro portero decidió justamente ese día regalar tres de cinco goles que recibimos. El partido lo perdimos 5-4, en un marcador que resulta realmente engañoso tomando en cuenta lo que sucedió en la cancha.
Aquí es donde da coraje el saber que a pesar de todos nuestros defectos como equipo tuvimos el partido en nuestras manos y lo acabamos perdiendo.
Bautizar nuestro equipo como Hogarcelona es casi una vergüenza.
No es que yo respete a ese puto equipo español; todo lo contrario, pero si reconozco que practican un tipo de futbol el cual deberíamos observar tan solo un poco para aprender cómo coño se gana un partido.
Creo que con esta alineación las cosas hubieran sido distintas. Esperemos que el siguiente torneo nos traiga por fin una pizca de gloria.
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