13.11.11

CUANDO GANAR TE HACE PERDER

Uno de los recuerdos mas viejos que poseo trata sobre el boxeo.

Cuando contaba entre 5 y 8 años de edad los viernes era mi día preferido de la semana. Ese día me iba a quedar a dormir a casa de mi abuela con quien siempre he llevado una muy buena relación. Regularmente lo haciamos mi hermana y yo, supongo en parte era porque al siguiente día no teníamos escuela, supongo principalmente se debía a algun truco que tenían mis padres para tener un día libre de solteros y aprovecharlo sexualmente sin interrupciones infantiles, así que mas que consentirlo, creo que era por iniciativa de ellos.

Esas noches mi abuela nos cuidaba, nos hacia hot cakes de cenar, revisaba que nos cepillaramos los dientes para que no se nos subieran las cucarachas en la noche y nos dieran tremendos besos apasionados, nos ayudaba a construir un refugio en la alfombra con sillas colchas y almohadas y cuando mi abuelo y mi hermana dormian; cambiaba el canal a la television y veíamos el box.

Recuerdo una pelea en donde mi abuela me apostaba 10,000 viejos pesos y me dio a escoger al boxeador de mi elección, no fue difícil, estaba seguro que si le apodaban Manos de Piedra era por algo, me quedé dormido a media pelea y al otro día junto con el desayuno y el periódico en la sección deportiva estaban mis 10,000 pesos.

Tiempo después el box se convirtió en un deporte exclusivo de pago por evento, lo dejaron de transmitir en señal abierta durante muchos años. Y a últimas fechas ha regresado convertido en una mafia nauseabunda.

Lo que han hecho en la pelea Márquez vs Pacquiao es una vergüenza para este deporte.

Reconozco que antes de esto veía en el Pacman un gran ejemplo de vida, superación y calidad humana. Le respetaba mucho como deportista e incluso en esta última pelea aposté una torta a que ganaba, aunque en verdad mi deseo era que ganara el mexicano, pero Busines are Busines.

No creo que sea culpa de él, ni siquiera de la gente que está detrás de él, simplemente la mafia es muy cabrona, las apuestas estaban 9 a 1 a favor del pacman y al parecer mucha gente importante tenía metido su dinero en este negocio y en general en todo Las Vegas, razón por la cual no convenía que saliera derrotado.

Lo que no se vale es no tener los pinches huevitos de reconocer que perdiste, por lo menos mencionar que fue una pelea pareja que pudo haber sido para los dos lados, o decir que tal vez ganaste con un poco de suerte, cualquier cosa mejor que salir diciendo que tu victoria fue muy clara. Ofendes al fan del boxeo, ofendes al boxeador activo, al retirado, al público mismo, ofendes a tu familia y sobre todo te ofendes a ti mismo.

Vamos a imaginar Pacman que termina la pelea, dan el resultado y ante el asombro de todos te dan la victoria, te llevan tus 6 cinturones y tú con la humildad que siempre te ha caracterizado le llevas uno, si quieres el más feo, el menos valioso, el que consideres que no mereces a ese boxeador mexicano que te acaba de vencer y le reconoces si tu quieres en secreto y al oído la victoria, le levantas la mano y te retiras del lugar. Tu imagen pasaría de ser la del villano abucheado que fue esa noche a la de un héroe del fair play, saldrías entre aplausos del respetable, nadie te quitaría los 30 millones de dólares que te acabas de embolsar y nadie quitaría del registro tu triunfo.

Sé que es mucho soñar, pero una acción así hubiera proyectado tu imagen de forma tan positiva, tomando en cuenta tus aspiraciones políticas para con tu país, pero preferiste ser parte de un fraude que empobrece tu deporte y le resta credibilidad. Tuviste una oportunidad única, ya que perdiendo ganabas más y ganando de esta forma estás perdiendo más de lo que piensas. No dudes si en tu siguiente pelea el público te abuchea ya que ahora no creemos en ti.

Yo por mi parte no acepté la torta que me hiciste ganar.

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