Y el gachupin este del que contaba aquella vez, daba la clase apoyado con una presentación de fotografías presumiblemente tomadas por el, de una iglesia del siglo XVI en el estado de Puebla. Y en una de sus fotos aparece la barda perimetral de dicho lugar y pintarrajeado por algún grafittero de poca monta se leía: EZLN vive en Puebla.
Y pues que se arranca con la crítica sobre el EZLN, y que nosotros como jóvenes y estudiantes debemos dedicarnos exclusivamente al estudio y que no debemos de creer en todas las estupideces que alega el SubComandante Marcos y que el movimiento zapatista afecta la estabilidad del país y que si apoyamos este tipo de movimiento tarde o temprano nos va a cargar la reata voladora, y muchas cosillas más que que hueva repetir. . . .
La verdad casi no me enojé y como siempre; me quedé calladito, ya después me arrepentí de no haberle preguntado a este gachupin si alguna vez ha leído algún escrito del SubComandante Marcos, si alguna vez ha puesto atención a lo que está pidiendo o para quién lo está pidiendo, si de pura casualidad conoce la problemática indígena en nuestro país, aclaro “nuestro” ya que este gachupin pues como que no se puede añadir en el término “nuestro”.
Y ya para el final me quedé pensando en el mal poder que puede tener un profesor de Universidad para generar una idea en un cerebro débil, y que porcentaje de alumnos se pueden malinformar o buscar por sus propios medios el meollo del asunto, quiero ser optimista al pensar que a la edad en la que uno estudia su carrera universitaria ya tienes un criterio definido y una moral propia, pue que si, pue que no, y al último me pregunto cuánto daño podría causar un profesor gachupin en una escuela de enseñanza básica como una primaria o secundaria?
P.D. Necesito acelerar los planes para el hurto del Calendario Azteca.
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